Esta pizza deliciosa la hizo el otro día mi novio con sus manos y su arte italianos con motivo del día del padre. Como nos sobró masa, ya que, con las medidas que usamos normalmente, da para tres pizzas grandes, pudimos llevar otra pizza a la cena que tuvimos el sábado por la noche. La masa la hizo con
las medidas habituales que usamos siempre en casa y quedó muy crujiente gracias ala maravillosa piedra de horno que tenemos.
Le pusimos cebollita por encima, ya que la empresa
Tescoma ha tenido la amabilidad de regalarme tres productos elegidos por mí, y además de un corta-pizzas y unos papelitos para adornar con azúcar glass los bizcochos y tartas, escogí un cortador de cebolla. Todo me lo mandó gratis a casa esta empresa de productos de cocina. ¡Mirad qué chulos!
Ingredientes:
800 gr de harina
1 cubo de 25 gr de levadura fresca, de la que se conserva en frigorífico
1 cucharadita de sal fino
1 cucharadita de azúcar
2 cucharas soperas de aceite
Agua templada (la que solicite hasta que quede una masa compacta)
Orégano
1 lata de tomate triturado
2 cebollas pequeñas
Diez lonchas de queso sin lactosa Cheezly especial fundir (se encuentra en Hipercor, por ejemplo)
Preparación:
Se mezcla la harina con la sal, el azúcar, la levadura fresca y el aceite. Se hace abriendo un agujero en la montaña de harina y colocando dentro todos los ingredientes anteriormente citados. A continuación, se va añadiendo agua y removiendo, hasta que tengamos una pelota compacta. Entonces se saca del gran bol donde lo hayamos revuelto y se pone sobre una mesa limpia con un chorrín de aceite para que no se pegue. Amasamos. Mi suegra lo amasa con la mano derecha, mientras con la izquierda sujeta un estremo de la pelota. Así, con la otra, con la derecha como digo, lo estira hacia delante hasta que sale un churro largo como un antebrazo. Entonces, lo desenrolla y vuelve a empezar. Cuando tengamos lista la masa hay que darle unos grandes golpes contra la mesa. Bien fuerte. No sé muy bien por qué se hace esto pero hay que hacerlo... ¿Alguno de vosotros sabe para qué se le golpea fuerte contra la mesa?
Bueno, la cuestión es que ahora a la pelota que nos ha salido hay que dejarla reposar mínimo dos horas, hasta que doble su tamaño. La he colocado en la gran olla donde mezcle la harina con el resto de ingredientes y lo he tapado con un trapo.
Cuando ya ha crecido lo suficiente, es tiempo de extender la masa y dejarla otra media hora para que crezca ahora en esta posición. Luego, una vez que ha reposado así, he puesto orégano y he vuelto a pasar el rodillo. Mientras hacía esto iba calentando el horno a 200 grados durante 15 minutos con la piedra para hornear dentro.
Pasados los 15 minutos, he sacado la piedra y he colocado encima la pizza ya decorada con el tomate, el queso,la cebolla en rodajas y he vuelto a echar orégano, una pizca de sal y un chorrito de aceite. Luego he metido la piedra en el horno, teniendo cuidado de no superar los 200º de temperatura dentro del mismo, porque se podría dañar la piedra.
He esperado unos 15 o 20 minutos (todo depende de la calidad de nuestro horno) y ya estaba lista para probar. Mmmm, está deliciosa.
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Aquí, en el primer plano, se puede ver el queso aún sin derretir |