He hecho estas bolitas para mis alumnos de 1A, porque habíamos organizado un concurso y necesitábamos un premio. Les han encantado. La receta la tenéis también en el blog de Morgana, del blog
tartasconmagia, al que he llegado gracias a Laurilla fondant, del blog
laurillafondant. Como veréis si os habéis metido en sus cocinas, hacen unas bizcobolas estupendas y un montón de cosas más que merecen mucho la pena. No os podéis perder estos blogs. Yo voy a explicar lo que aprendí de ellas y mis adaptaciones a la comida sin lactosa:
Ingredientes:
100 gr de bizcocho de yogur cuya receta encontraréis aquí (aproximadamente luego usé otro tanto porque mi chico se comió algunas ¡antes de haberlas acabado!)
3 cucharaditas de yogur de vainilla sin lactosa
Chocolate para fundir (usé negro, sin lactosa, la cantidad dependerá del recipiente que utilicemos, lo importante es tener suficiente para cubrir toda la la bolita cuando la mojemos)
4 galletas oreo
Adornos de azúcar en forma de virutas o estrellitas
Preparación:
Así que, siguiendo los pasos de los blogs citados más arriba (muy de lejos poque este es mi primer intento de bizcobolas, tengo que ir mejorándolas) saqué del congelador las sobras del bizcocho que no había llegado a usar en la tata de Mercedes que podéis ver en el
post anterior.
Cuando se descongelaron, las trituré y las metí en una bolsa para pesarlas.
A continuación, las mezclé con tres cucharaditas de yogur de vainilla sin lactosa. La cantidad de yogur necesaria es relativa, lo importante es que quede una masa suficientemente compacta para hacer bolitas que no tengan grietas y no sean demasiado aguadas, que no se deshagan. Para ello, hay que ir echando el yogur poco a poco, ya que si nos pasamos, no tendrá solución.
Hecho esto, las he dejado una hora y media en la nevera. Allí también he puesto los palitos pero sin clavarlos todavía en las bolitas. Transcurrido ese tiempo, he derretido al baño maría un poco de chocolate, lo suficiente para poder mojar la punta de lo palitos fríos. Cuando el chocolate aún estaba caliente, he metido en él la punta de los palitos y he clavado parcialmente uno en cada bola, pero sin que ninguno las atravesase del todo. Al secarse el chocolate, dejaba un pequeño anillo en la zona donde el palillo se juntaba con la bolita, y así evitaba que esta se desprendiese.
En este punto he devuelto las bolitas, ya con palito, a la nevera.
He esperado toda la noche. Por la mañana, he triturado las galletas oreo, las he echado sobre un plato, en el que también había montoncitos de los adornos de azúcar y he fundido el resto del chocolate al baño maría. Si se hace en el mircoondas, recomiendo usar un recipiente de plástico porque el vidrio retiene mucho el calor). Apenas se había fundido el chocolate, he bañado una a una las bolas y con este aún sin solidificar las he restregado por los montones para que se pegaran los adornor de migas de oreo y azúcar. Algunas las he apoyado bocabajo en ese plato, para que se secara el chocolate:
Otras las he pinchado en una caja agujereada creada para este propósito.
Cuando se ha solidificado el chocolate, las he puesto en la nevera hasta que las he llevado en un táper al instituto. Este ha sido el resultado:
Había muchas decoradas con estrellas:
Algunas casi no tenían adornos:
Así quedó el plato donde las dejé secar:
Y este era el corte que tenían: